domingo, 13 de octubre de 2013

6 weeks before & after

Mis pies a seis semanas

Estos son mis pies a seis semanas de la operación.  El izquierdo tiene puesto el corrector que me indicó el médico para evitar que el dedo vuelva a torcerse.
Las molestias de esta etapa son básicamente la imposibilidad de ponerme mis zapatos (ninguno me va cómodo aún ) y el terrible edema luego de un rato de estar de pie o sentada.
Estoy haciendo media jornada laboral y aun así mis pies quedan hinchados como los de una abuelita...
Tampoco puedo manejar todavía.
Dicen que uno puede estar hasta seis meses con los pies inflamados así que a armarse de paciencia!

martes, 1 de octubre de 2013

Un mes

He aquí las fotos de un mes de operada.  Si tuviera que describirlo:  piel muy seca,  articulación metatarso falangica (donde antes estaba el juanete ) muy hinchada. La cicatriz está muy bien (en la foto tengo puesta Cicatricure ). Comencé con la kinesiologia,  como todo hasta ahora,  indoloro y aburrido.
Los clavos me los quitaron la semana pasada,  la verdad no dolio,  mucho menos que los puntos.
Lo peor de esta etapa es que uno ya se siente bien pero aún no se puede poner zapatos ni volver a la actividad normal.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Control de los 15 dias

Se cumplieron dos semanas y poco a poco la vida va retornando a la normalidad...
Puedo caminar bastante y no siento nada de molestias salvo cuando hago algún movimiento brusco y mi articulación me recuerda que hay tornillos y huesos curando allí.
Me quitaron los puntos,  la cicatriz se ve bien.  Yo veo que uno de mis dedos quedó torcido como un zigzag pero el doctor insiste en que eso es normal y se irá acomodando luego de quitar el clavo.
Adjunto fotos y mi radiografía que según el doctor está preciosa.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Primeras salidas sociales

Entre ayer y hoy empecé a hacer mis incursiones en el mundo exterior... (excluyendo la visita al doctor, obviamente...) Tuve dos reuniones "impostergables" así que tuve que trajinar un par de horitas al día. Llevé muletas sólo por una cuestión de estabilidad (es difícil mantener el equilibrio con los zapatones post-op), porque la verdad no sentí dolor para nada, sólo una sensación de pesadez por tener los pies para abajo. Mañana se cumplen dos semanas de la cirugía, y pasado mañana me quitan los puntos. Hasta ahora, todo ha sido mucho pero mucho menos cruento que lo esperado. Todos mis malestares se relacionan con temas "logísticos" u organizacionales, del tipo de "tomar consciencia de la cantidad de cosas que una resuelve por día cuando tiene los dos pies puestos en su lugar", un ejemplo es que anoche la casa se quedó sin luz por un corte, y yo mé quedé en la planta alta, sin batería en el celular, sin internet, a oscuras y literalmente incomunicada hasta que llegó mi marido. Pero siguen siendo temas menores, y todo ha resultado más fácil que lo previsto.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Una semana

Hoy hace una semana de la operación,  y todo va excelente excepto porque hoy,  en él afán de darme un baño en serio,  y pese a haberme envuelto los pies en docenas de bolsitas de nylon,  los empape por completo,  que era prácticamente la unica contraindicacion del médico,  TRATA DE QUE NO SE MOJEN.
Ademas medio me resbale en la bañera y al tratar de no caer,  hice un mal movimiento y me gané un dolor bastante feo tipo neurálgico... espero pase.
Al menos aproveche el cambio de vendas para sacar unas fotos,  a pesar de tener los moretones y un poco hinchado,  me impresionó la diferencia con mi pie "de antes ", sobre todo el largo de los dedos (no era consciente de que eran taaaan largos,  y eso que el cirujano me decía que no se  veían todos los días dedos de esa longitud )
Warning:  las fotos no don aptas para todo público.

martes, 3 de septiembre de 2013

Primer control con el cirujano

Hoy fue mi primer control,  el trajin pre visita fue algo difícil (es la primera vez que camino tanto desde la cirugía ), por prudencia fui en silla de ruedas desde el auto hasta la consulta.
Las heridas están increíblemente bien,  él doctor se asombró de que no hubiera sangrado ni hinchazón,  y lo mejor es que ya se ve claramente que los juanetes no están más!!
Incluso así con hilos y clavos,  ya mis pies están bonitos.
A partir de hoy,  sólo analgésicos a demanda. Y caminar más.  Baby steps!

lunes, 2 de septiembre de 2013

Dia 4

Mañana tengo la primera cita de control,  y ya camino aceptablemente bien.  Igual iré acompañada, por las dudas. 
Hoy empecé a hacer algunas abdominales y bicicletas en la cama como para no llegar al fin del reposo hecha una bola.

domingo, 1 de septiembre de 2013

La operación

Recién hoy, día 3, me siento en mi computadora a poder contar en más detalle cómo fue la operación.
Como ya les había contado, estaba un poco asustada por el tema de la raquídea, pero resultó ser un temor infundado, ya que apenas ingresé al quirófano, me pusieron sedación con midazolam y a partir de ahí podría jurar que no tengo idea de cómo hicieron para ponerme la epidural (no tengo ningún recuerdo de que me rotaran, pero evidentemente así fue, porque no sentí las piernas hasta aproximadamente cinco horas pasada la cirugía).
La operación duró en total 3 horas, en las cuales me operaron los dos hallux valgus dejando un tornillo permanente en cada uno, y cuatro dedos en martillo, dejando un alambre que se retira al mes. No sentí dolor ni molestias en ningún momento. Como la cirugía fue a las 20 hs, pasé la noche en el sanatorio, y entre el analgésico por vía endovenosa y el efecto residual de la epidural, sumado a un lorazepam sublingual que me dieron para ayudarme a dormir, pasé muy buena noche.
A la mañana siguiente fue el momento de pisar por primera vez con mis sandalias post-quirúrgicas, y nuevamente, debo decir que la sorpresa fue grata porque no sentí dolor ni molestias como muchos dicen que se siente cuando se apoya por primera vez.
Otra cosa notable es que no estoy poniéndome hielo y la hinchazón no es nada preocupante, de todos modos sugiero que si el médico recomienda el hielo, lo usen porque realmente hay casos que se edematizan mucho.
Como síntesis, creo que vale la pena intentar la cirugía si uno logra abstraerse de los testimonios espantosos que andan dando vueltas en internet. Por supuesto, supongo que me esperan días difíciles y que no todo será tan fácil como hasta ahora, pero dicen que los primeros días son los más difíciles y yo ya llevo 4 sin mayores inconvenientes.

sábado, 31 de agosto de 2013

Vuelta a casa

Esta soy yo saliendo del sanatorio,  doce horas después de la cirugía (Es ambulatoria pero como me operaron de noche,  tuve que quedarme hasta la mañana siguiente ).. algo que no conté y suele preocupar a los futuros operados es que la cirugía fue cubierta en un 100% por mi obra social,  incluidos los tornillos de titanio.

Dia 2

El día 2 se trata sobre todo de la rutina de los medicamentos,  de un poquito de depresión por el hermoso día que hace afuera,  y el consuelo de que al menos todas estas horas me permiten leer libros maravillosos y ver series buenisimas.  Por eso en mi kit de supervivencia están el Kindle,  la tablet y las drogas!!
De dolor nada,  sólo un pinchacito en un dedo al ir al baño,  y es que olvidé contarles que además de los juanetes,  me operé los dedos en martillo por lo cual tengo dos clavos y un tornillo en cada pie.  Suena peor de lo que es.

Dia 1

En la próxima entrada ya contaré cómo resultó la operación -básicamente indolora -, por hoy contarles que al día uno no siento nada de dolor y he podido movilizarme al baño sin problemas.  Principal molestia: el aburrimiento!

miércoles, 28 de agosto de 2013

Otro blog

Estoy a un día de mi operación y he encontrado este blog que desearía que todos los candidatos a la cirugía pudieran leer... ojalá mi experiencia se parezca a la de esta campeona. adiosjuanetes.blogspot.com.ar

domingo, 18 de agosto de 2013

Y así comenzó todo

Seguramente somos muchas las personas que, preguntadas sobre cuál es la parte que menos gusta de nuestro cuerpo, decimos “los pies”. En mi caso, desde chiquita sufría por no poder usar los mismos zapatos que las otras nenas, o porque, luego de convencer a mi mamá de que me comprara las chatitas más lindas de la vidriera, a mí no me quedaban igual que a las demás. En ese entonces, por supuesto, ignoraba que el problema eran “LOS JUANETES”, simplemente debía pensar que todos los pies eran iguales a los míos.
Con el tiempo, uno se acostumbra a hacer la vista ciega al 75% de los zapatos que se exhiben en las zapaterías, se acostumbra a elegir sólo entre el reducido número que tiene las franjas anchas y, obviamente, se olvida de todo lo que se parezca a una ojota. Por todo eso, y a mis 37 años, me decidí a dar vuelta la página y operarme de este incordio, llamado hallux valgus.
Obviamente fueron varias las veces que consulté, primero esperanzada y luego escéptica por la imposibilidad de tomarme dos meses de licencia, o el temor a la anestesia, o las terribles historias de sufrimiento post-op que uno oye o ve en internet. Es que la gente, a veces sin proponérselo, puede hacer comentarios inadecuados que sólo conducen al temor. Aún hoy, a diez días de mi operación, tengo que tolerar que haya gente de “de buena fe” me dice que ni loca me opere, que me voy a arrepentir, que no voy a aguantar el sufrimiento. Y entonces, a diez días, ¿cuáles son mis miedos reales?
1) Sufrir durante la operación: voy a operarme los dos pies a la vez, y por técnica abierta, así que se optó por la anestesia peridural. Si bien ya me la dieron para mi cesárea, no se puede comparar porque con los dolores del parto uno pide a gritos que le den cualquier cosa, incluida una inyección para caballos. Pero ahora de pronto me da miedo e impresión.
2) Sufrir, por supuesto, después de la operación: leí demasiadas historias de gente gritando del dolor o necesitando morfina. Nobleza obliga, también hay historias de gente que ni siquiera necesitó tomar ibuprofeno.
3) Convertirme en una discapacitada: terror de necesitar, por ejemplo, que mi marido tenga que acompañarme al baño, ayudarme a bañar y otras cosas que uno esperaría tener que soportar recién a los 90 años.
4) Que la situación doméstica se desmadre: ¿se podrán arreglar sin mí? ¿será consciente mi marido de que, al menos durante un mes, no podré hacer las compras, ni manejar, ni ser útil de ninguna manera?
5) Que en el trabajo caiga mal la licencia extendida
6) Que mis pies queden feos, o me aumenten un número (ya calzo 40), o me vea condenada a usar de por vida horribles zapatos ortopédicos.
7) Que la cicatriz sea peor que el juanete en sí En fin, algunos de mis miedos… aunque del otro lado por supuesto está la idea de poder finalmente lucir mis pies, elegir calzado sin pensar en el maldito juanete, dejar de tener vergüenza ante la mirada de los vendedores de zapatos.
Una de las decisiones más importantes que uno debe afrontar cuando se convence de operarse, es cirugía percutánea vs abierta. Están los detractores de la percutánea, que dicen que es más incómodo para el cirujano y por ende más factible cometer errores. Y están los que dicen que es genial, que se sufre menos, que obviamente la cicatriz ni se nota. Yo opté por la abierta, en parte porque los médicos de mi obra social sólo operan así, en parte porque confío en que hay muchos más años de práctica en esta técnica que en la nueva. Veremos.
Por ahora, mis pies son estos que se ven en la foto: lucen feos, duelen, me han impedido usar casi todos los zapatos lindos que soñé, y sin embargo… ahora que están por cambiar para siempre, les tengo un cariño especial, les agradezco todo lo obrado en estos 37 años, espero no hacerlos sufrir de más.